miércoles, 2 de julio de 2014

CLAVES PARA ESTUDIAR EN LA VIDA ADULTA. CURSOS TENERIFE SUR

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TRES claves  para estudiar en la vida adulta  Conviértete en una máquina de estudiar tengas la edad que tengas
 1.     Analiza la situación
2.     Estudias tus fortalezas
3.  Ejecuta acciones sobre elementos que sí puedes controlar.

¿Eres de los que piensas que con la edad te cuesta más estudiar?  O que eres demasiado mayor?
Hay personas que creen que debido a su edad les cuesta más estudiar.
Piensan que ya no pueden. Que no es su momento. Que estudiar y aprender es para gente más joven. Si te has pillado alguna vez pensando de esta manera, has caído en las garras de una creencia limitadora y voy a demostrarte que SÍ puedes estudiar mejor y que SI hay cosas que puedes hacer para mejorar.

Con la edad somos más conscientes de las dificultades en nuestro camino pero caemos en la trampa de asumir que el origen de las dificultades está en nuestra edad en vez de en otros factores.  Creencias simplificadas y limitadas cómo esta suelen darse cuando no conocemos el “cómo” aprender y achacamos nuestro desconocimiento a causas como la edad, incapacidad (la cabeza no me da) y en general, a factores sobre los que no tenemos ningún control.

Pensar de esta manera puede suponer una profecía auto-incumplida ya que las personas nos cerramos a ver otras opciones SOBRE LAS QUE SI TENEMOS CONTROL.
Pero, ¿Es de verdad la edad es un impedimento a la hora de estudiar o realmente las dificultades vienen por otro lado?
Una persona que comienza a estudiar después de varios años sin contacto con los libros puede caer en el patrón siguiente:
1.     Abre el libro y empieza a leer el contenido sin ningún objetivo en la lectura.
2.     Trata de rememorar lo leído y se da cuenta de que ya se le han olvidado muchas cosas.
3.     Automáticamente emite la sentencia: ¡como me cuesta estudiar! ¡ya no tengo edad para esto!

Si te sientes identificado con este patrón o alguno similar, vas a ver 3 pasos que puedes dar para darte cuenta que la edad no es realmente tu problema:

Paso 1: Analiza la situación:
Hay ciertas preguntas que te pueden ayudar a darte cuenta dónde se encuentra realmente tu problema en vez de achacarlo a la edad.
Pregúntate: ¿Realmente la edad es mi impedimento para estudiar bien o lo son los siguientes puntos?
·        ¿Soy consciente que estudiar bien es una habilidad que se aprende?
·        ¿Conozco técnicas para estudiar adecuadamente el material?
·        ¿Tengo una estrategia de estudio definida? Es decir, tengo un plan de comportamiento sobre qué hacer y cómo hacerlo a la hora de estudiar?
·        ¿Se cómo planificar?
·        ¿He planificado correctamente mi material a estudiar a lo largo de un periodo de tiempo?
·        ¿Tengo objetivos a corto y largo plazo en relación a mis estudios?
·        ¿Se ponerme metas y objetivos de forma definida?
·        ¿Soy consciente de que hacer y cómo hacerlo para elevar mis niveles de concentración?
·        ¿Gestiono bien mí tiempo?
·        ¿He analizado como puedo combinar de la manera más óptima mis estudios con mi trabajo, vida familiar, hobbies etc.?
·        ¿Tengo un hábito de estudio definido o sé cómo puedo crearlo?

Si has contestado NO a más de dos de estas preguntas tu problema no reside en la edad. Y eso es muy bueno. Significa que puedes realizar ACCIONES concretas para cambiar las cosas. Significa que puedes aprender y dominar cada uno de los puntos anteriores y generar cambios en tu forma de estudiar.

Tienes CONTROL sobre la situación.

Por ejemplo, hay muchas personas que están trabajando, tienen niños a su cuidado y además comienzan a estudiar. En este caso es fácil caer en la trampa de achacar la dificultad del estudio a la edad en vez de a la gestión del tiempo personal.
O por ejemplo, personas que se encuentran con materiales a estudiar sin ningún plan de acción y sin herramientas. sin saber “cómo aprender”. Nadie les enseñó. Asumieron que su problema es la edad y la falta de capacidad. (De nuevo elementos que se escapan a nuestro control). Es como si  un carpintero tiene que trabajar sin herramientas y sin las instrucciones para funcionar y acaba creyendo que no puede porque es mayor para ello. Absurdo ¿Verdad?
Afrontémoslo. Muchas veces achacamos a la edad problemas que no son causados por ella.  En ocasiones lo hacemos con la intención de no asumir el esfuerzo y responsabilidad que implica un aprendizaje nuevo. Es más cómodo decir “no puedo estudiar debido a mi edad “ y permanecer inmóvil, que tomar acción y cambiar las cosas. Como no podemos cambiar nuestra edad no hacemos nada. Es la excusa perfecta.  Otras veces un desconocimiento de “cómo “ aprender nos lleva a pensar así y elaboramos creencias tan demoledoras para nuestra capacidad de aprender.
Paso 2: Reconoce tus fortalezas

Por otra parte, estudiar en la edad adulta implica ventajas importantes que muchas veces no percibimos al estar aferrados a esta creencia y centrados en nuestras limitaciones. Reconocerlas te a permitir darte cuenta de que tienes en tu favor dos de los elementos más importantes para el éxito en tus estudios, la MOTIVACIÓN  y el INTERÉS:
·        Con la edad tienes generalmente más conciencia de lo que haces y porque lo haces que una persona que sale sin reflexionar de la dinámica colegio-instituto-universidad.
·        Tienes las ideas más claras y tu decisión de empezar a estudiar o retomar los estudios está fundamentada en un proceso de reflexión más profundo y con mayor experiencia.
·        Tienes más interés por lo que vas a estudiar. Cuando somos más jóvenes muchas veces nos metemos en formaciones que no se adaptan a lo que realmente valoramos y estudiamos por estudiar o porque es lo que toca.
·        Tienes una mayor conciencia de lo que quieres a largo plazo basada en tu experiencia.
·        Tu decisión suele está mejor fundamentada y enmarcada en un proyecto de futuro más sólido.
Todos estos factores son realmente más importantes de lo que mucha gente piensa. Estar motivado y tener interéses más difícil de conseguir que aprender una estrategia de estudio y tener buena técnica.
El interés y la motivación son la gasolina del aprendizaje.
La técnica y estrategia son el vehículo.
Desde mi punto de vista la clave de este asunto realmente no es si con la edad nos cuesta más estudiar o no. Sino más bien en que todos podemos mejorar independientemente de nuestra edad. Tenemos el control y poder para hacerlo.

Paso 3: Ejecuta acciones sobre elementos que sí puedes controlar.
A continuación te dejo una serie de recursos que te pueden ayudar a eliminar excusas y pasar a la acción. Hacen referencia a los aspectos del paso 1 sobre los que SÍ tenemos control. Contiene información valiosa y planes de acción para dar pasos que te acerquen a tus objetivos.

              Cómo planificar un año académico 
              Cómo gestionar  bien mí tiempo




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